martes, 13 de septiembre de 2011

Cuando los ángeles bajan un ratito I

Me acuerdo que lloraba como un nene, no tenía consuelo. Hasta entonces, la muerte además de darme miedo, me producía bronca.
Violeta se me acercó y con sus apenas cinco años me disparó: “No llores, él se fue a dormir al cielo”. Le creí, ella supo ver lo que nadie.

Estaba claro. Si él pudo hacernos tan felices a todos, ¿por qué no va a poder acostarse en las nubes?

Viole tenía razón, para los soñadores no existe la muerte. Ellos bailan, cantan, silban y duermen las mejores siestas allá arriba. Son increíbles, eternos y saben regresar cuando lloramos como nenes, tenemos miedo y bronca.

Regresan, vestidos de algo, para regalarnos alguna frase que nos consuele
y nos cambie, quizás, la vida entera.


                               

6 comentarios:

DIANA dijo...

CARGADO DE EMOTIVIDAD Y DE VIEJOS RECUERDOS. UN CANTO A LA MEMORIA NICO! MAESTRO!

Yesi dijo...

Que hermoso relato y que hermosa cancion,,,un combo increiblemente emocionante! Sos un groso Nik!

Anónimo dijo...

MUY BUENO NICO.

MARTIN.

Anónimo dijo...

muy bueno chabon! diego

Nicolás Pisano dijo...

Hay que seguir soñando...

Floor Liz dijo...

Pisano Groso!