Siempre hacíamos eso, por más que con los años nuestras vidas habían mejorado considerablemente (al menos, desde nuestro patrimonio).
Si teníamos un balcón, queríamos dos. Un auto, no nos alcanzaba. Siempre queríamos ese, el de la vidriera de Avenida Libertador.
Si teníamos un sueño, pretendíamos alguno más.
Nunca fuimos capaces de ver a nuestro alrededor.
Ahora me doy cuenta de que nunca fuimos capaces.
Así, vivimos de ambición en ambición. No importa qué, ni como. Siempre había algo mejor que volvía totalmente despreciable lo nuestro.
Íbamos en mi auto, zigzagueando las calles del bajo de San Isidro, habíamos ido al Tigre a tomar algo pero nos fuimos rápido. Me acuerdo que doblamos en la casona más linda que habíamos visto, era preciosa. Debería tener más de seis ventanales de al menos cuatro metros, que daban a un jardín oculto, iluminado de fondo, detrás del portón de madera.
Estábamos tan obnubilados por el brillo de la mansión, que ni recuerdo quien manejaba. Solo que el auto giró y las luces se nos vinieron encima.
Ahora que no la tengo, ambiciono la vida.
No porque la extrañe, sino porque no la tengo y creo que nunca la volveré a tener (quizás tampoco la tuve alguna vez). Esto de andar deseando la de lo demás…
En fin, me resigné a mi vida de fantasma. Es horrible ser un ente espiritual, así no hay materialista que aguante. Y yo, siempre fui un orgulloso materialista.
En fin, me resigné a esto que soy, a vivir imaginando la vida de aquellos afortunados que despiertan en el cielo, en esas nubes propias, en su propia nube. ¿A quién habrán estafado? ¿Con quién se habrán casado para tener algo así?
Admito que soy un alma en pena. Pero la verdad, me gustaría ser dos.
11 comentarios:
Sos un mistico! =)
Lo sé Verín, lo sé! Rock!
Muy bueno Nico!!! Te felicito loco!
Muy bueno Nico! simplemente eso, el resto te lo digo siempre.
Yami
Ai me encanto Nics! Mui bueno, segui loco!!!!!
Noto cierta insistencia respecto a mi estado de locura, espero que sea casualidad! Gracias por ser parte de este lindo espacio que pronto termina. Sí, termina. No sean ambiciosos.
En fin, me resigné a esto que soy, a vivir imaginando la vida de aquellos afortunados que despiertan en el cielo, en esas nubes propias, en su propia nube. ¿A quién habrán estafado? ¿Con quién se habrán casado para tener algo así?
La magia de la ficcion literaria. Felicidades nico, gran trabajo!!! segui asi!!!
Re lindo Nick!
MUY BUEN TEXTO NICO. COMO SIEMPRE!!!
MARTIN.
hola. todavia no termine de leer tu liibro, pero escribis muy lindo y algunas cosas me gustan mas y las vuelvo a leer. no, de nada.. se lo saque a mi hermana para ver q onda...
lo leo todas las noches cuando me acuesto hasta que no de mas del sueño.
Hermosiisiisiimo como siempre Nico!
Gracias por deleitarme siempre con tan bonitos pensamientos.
Besitos
Annu, la Salteñita de los Valles.
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