martes, 27 de septiembre de 2011

Existieron al fin

Se respira un puñado de silencio, yo pongo la mirada en el tránsito, a veces me distraigo fijando la visión en cualquier punto y me cuelgo por pensar justamente en eso: ¿Qué estará pensando?
Al rato, recuerdo el por qué de mi enojo y comienzo a disiparla de mi cabeza.
Ella apoya la frente hacia la derecha, contra el vidrio semi empañado, frío, retazo del buen clima que se había respirado y los besos que hace minutos nos habíamos dado. Afuera, hace viento y otras cosas típicas del invierno. Pocas luces, poca gente.
Pero estamos enojados y eso (no sé todavía por qué) hay que sostenerlo sin piedad, hasta el final.
El paso para solucionar la discusión sería intentar con una caricia que le arranque un poco de esa dulzura que me enamoró y de la cual, cada vez me muestra menos. Pero estamos enojados y dar el paso, sería ceder una vez más. Entonces, guardo el intento, guardo la caricia y ahorro mi bondad para en un futuro próximo arrepentirme por completo. Y otra vez, volvemos a ser los mismos egoístas de siempre.
Supongo que a todos nos pasa. Hay miles de veces en que podemos arreglar las cosas y conocemos con clara precisión la forma para hacerlo. Así y todo, pecamos de poco generosos y sostenemos cierto enfado soportando cualquier consecuencia. Y el corazón se va rasguñando, lento, pero se hiere al fin.
Se respira un puñado de silencio, se entristecen los minutos, subo un poco la música y me muero de bronca. Es que es preciosa, pero resigna su belleza para estar seria, se esconde detrás de su abrigo negro ajustado por el cinturón de seguridad. Cualquier noche de las nuestras, se hubiera recostado sobre mi hombro, me hubiese regalado un beso en cada semáforo y habría jugado con mi oreja incansablemente. Pero, quedaba claro: Lejos estaba de ser una noche de las nuestras.
Cada tanto, el calendario nos designa una velada de discusiones y caprichos, aleatoriamente. El problema es que en el sorteo, hace tiempo que perdemos y estas guerras de amor y berrinches, son cada vez más constantes. Y ahora sí, es difícil mantenerlo de pié. Cuanta rutina, cuanto tiempo, cuantos años, cuanto amor, cuanto, de todo. Tanto, que ya no cuento cuanto. Años.

La noche termina.

Llegamos a su casa y verla bajar del auto me alivia la tensión pero nuevamente me refleja que la estoy perdiendo, de la peor manera, poquito a poco, día a día.
La peor manera pero la más normal, la dolorosa. ¿Acaso existe alguna forma feliz para perder a un amor? No creo pero, quizás, deben existir maneras más sinceras, apelando al cariño que nos tuvimos, a lo que fuimos.
El problema es que para terminar una relación bajo esas circunstancias, requerimos de un coraje extremo, de un amor absoluto y de un nulo egoísmo. Eso sería ideal. Pero… esa forma es para los buenos, no para nosotros.
Entonces, aguantamos, a pesar de que resulte cada vez más fuerte la puñalada, y se nos arrebaten las sonrisas permanentemente. Aguantamos para no dejar ni terminar. Aguantamos, para no ver empezar a ella, a él, otra historia que supere (o iguale) la nuestra. Se los dije, se requiere de un nulo egoísmo. Es para los buenos (si en algún lado existen).
Sin darnos cuenta, volvieron los pensamientos incorregibles.

No todo debe ser como parece, también tenemos el derecho a pelear por nuestro amor. De lanzarnos en la epopeya de nuestros sueños. De caminar juntos y pasar las malas de la mano, sin soltarnos. Por amor, por el otro.
Y dar todo, sin buscar nada a cambio. Y al fin así, si la historia se termina igual, sabremos que dimos lo mejor para conseguir que funcione. Fuimos sinceros, pusimos el coraje en la mesa y estuvimos, aunque sea por un rato, de ese lado, el lado de los buenos, que, durante algunos minutos, existieron al fin.

                               

8 comentarios:

camiii dijo...

espectacular nico groso!

Anónimo dijo...

EXCELELENTE! UN VIAJE EN AUTO LLENO DE SUS PRECISIONES Y SUS SENSIBILIDADES. MAESTRO.

MARTIN.

Soffi dijo...

"Entonces, guardo el intento, guardo la caricia y ahorro mi bondad para en un futuro próximo arrepentirme por completo" siempre me regalas una frase para irme a dormir pensando. Sos un genio Nico!

Anónimo dijo...

muy bueno nico sos un kpo diego :P

Anónimo dijo...

"Hay miles de veces en que podemos arreglar las cosas y conocemos con clara precisión la forma para hacerlo. Así y todo, pecamos de poco generosos y sostenemos cierto enfado soportando cualquier consecuencia" Gran verdad...siempre diciendo lo que nos pasa a todos, q facilidad increíble que tenés para describir cosas cotidianas, que muchas veces no nos damos ni cuenta, o no nos queremos dar cuenta q lo hacemos.

Genio!!!
Yami

DIANA dijo...

HAY FRASES GENIALES PERO YO ME QUEDO CON ESTA: Sin darnos cuenta, volvieron los pensamientos incorregibles.

ME PONE FELIZ QUE HAYN VUELTO Y QUE HAYAS VUELTO GENIO!!! CADA SEMANA SOS MEJOR, TE FELICITO Y TE ADMIRO MUCHO NICO!

Lu dijo...

profe es un capo la verdad q lo que dice en cada poema es impresionante, se me eriza la piel. muuuuuuuui bueno pro! un genio, el mejor lejos!

Nicolás Pisano dijo...

Gracias por los comentarios, por tan lindas palabras y por ser parte, resaltando frases, contando vivencias, de ustedes y de otros amores fugaces. Familiares, amigos, gracias. Alumnas (Lu), no creas que esto pondere tu nota en el cole! jajaja Gracias, de corazón.